Entrevista a Mari Luz Peña - Responsable política de OsakidetzaEntrevistadora

En base a su experiencia política, en el campo de la fragilidad en las personas mayores, ¿cómo definiría usted la fragilidad, teniendo en cuenta su naturaleza multidimensional, por (ejemplo, salud, social, económica, ética, legal)?

Entrevistada

Si se podría resumir en una palabra diría vulnerabilidad.

Yo creo que la fragilidad o la persona frágil es aquella persona que tiene una disminución de las reservas fisiológicas y que tiene más riesgo de declinar. Por lo tanto, le sitúa en una mayor vulnerabilidad ante el entorno, ante el exterior y con mayor probabilidad de presentar episodios adversos: hospitalización, caídas… y una pérdida de función que le generaría una discapacidad o una dependencia, que es lo que precisamente pues no queremos nunca que ocurra con el paciente frágil. Esto, como una definición de persona mayor… de persona frágil.

Entrevistadora

Desde su punto de vista, ¿cuáles son las necesidades relacionadas con la fragilidad? ¿Están cambiando con el tiempo?

Entrevistada

Las necesidades relacionadas con la fragilidad son una adecuada detección, valoración e intervención de acuerdo con la evidencia científica. Esto quiere decir que quizá se necesite hacer un cambio de paradigma y hacer un cambio de enfoque dentro de nuestro sistema sanitario y sociosanitario.

Otra cosa muy importante es la coordinación entre niveles. Tenemos que coordinarnos y colaborar en todos los ámbitos en los que trabajamos para abordar a la persona mayor.
Y respecto a la segunda pregunta, diría que sí, pero no mucho. Todavía hablamos mucho de realizar intervenciones para mantener o revertir la funcionalidad, que es el eje fundamental de lo que de alguna manera mejoraría o reduciría el número de pacientes frágiles, y aún nos estamos centrando en la enfermedad, en la atención al crónico. Todavía, son muchos de los programas de salud tienen su enfoque en el paciente pluripatológico, cuando sabemos que el mayor impacto es la capacidad funcional. Entonces, siendo optimista creo que lo iremos abordando pero todavía estamos en un inicio.

Entrevistadora

¿Cómo afecta la fragilidad y cómo se ve afectada la fragilidad por muchos aspectos diferentes de la vida de la persona? (incluyendo la salud física, la inmovilidad, la salud mental, la soledad, la función cognitiva y el entorno social y familia de la persona)

Entrevistada

Si nosotros preguntáramos a una persona mayor qué es lo que no le gustaría perder, probablemente lo que nos diría es que no le gustaría perder la capacidad funcional, no nos diría: “quiero tener bien la glucosa” “quiero tener bien controlada la tensión”. La capacidad funcional va tan ligada a la fragilidad que justamente eso impacta en todo, en la pérdida de autonomía, en la salud, en la inmovilidad, es como una cadena. Incluso, en el entorno social, una persona que es autónoma en un momento determinado y que sufre una caída o un evento adverso o una hospitalización y pierde toda la función y de ser autónoma termina en persona frágil pues ahí ya ha cambiado toda su vida. Por lo tanto, afectaría a todas las esferas.

Entrevistadora

¿Cómo cambia el grado de fragilidad de una persona con el tiempo y cómo puede ser influenciado por el estilo de vida u otros factores?

Entrevistada

Es evidente que el grado de fragilidad puede ir cambiando. El envejecimiento es un proceso que va deteriorando la capacidad funcional, la función intrínseca y extrínseca. La fragilidad está influenciada por los estilos de vida, tanto la nutrición como el ejercicio físico son dos pilares fundamentales para mantener la capacidad funcional, y la polifarmacia, que no sería un estilo de vida, sería la medicación adecuada a la patología o las patologías que tenga la persona. Con un estilo de vida adecuado las personas frágiles puede incluso revertir la fragilidad. Es muy importante incidir en la promoción de estilos de vida saludables y no desde los 70 años.

Entrevistadora

¿Qué políticas, estrategias, iniciativas nacionales se han puesto en marcha para atender las necesidades de las personas mayores que viven en situación de fragilidad? ¿Cómo sugieren las políticas actuales abordar la naturaleza multidimensional de la fragilidad de la vejez?

Entrevistada

Nuestro plan de salud plantea que hay que abordar el envejecimiento de una manera determinada. En este sentido, los sistemas sanitarios deben hacer una valoración a las personas mayores de 70 años. Asimismo en las estrategias de Osakidetza plantean el abordaje al envejecimiento. En función a este marco, se decidió abordar a las personas mayores estableciendo un plan de atención, que hemos denominado PAM (Plan de Atención al Mayor). Este plan consiste en realizar una valoración funcional, una valoración multidimensional, y en base a los resultados de las valoraciones se plantean una serie de intervenciones.

A nivel regional la Diputación de Gipuzkoa, mediante el programa Adinberri promociona el envejecimiento saludable y todas las líneas de envejecimiento. Euskadi Lagunkoia tiene como objetivo incentivar la participación de las personas mayores y de la ciudadanía en general para la mejora de barrios y entornos en los municipios. También desde nuestras unidades de investigación de Osakidetza, se está haciendo una investigación básica relacionada con temas relacionados con el envejecimiento y la fragilidad.

Entrevistadora

El 13 de diciembre de 2018 en Madrid, el coordinador de JAHEE presentó el “Frailty Prevention Approach”, que es un enfoque común de la fragilidad que se utilizará en Europa para superar las diferencias entre países. En el 2019 se difundirá ampliamente el documento del Frailty Prevention Approach y se contactará con los estados miembros para que comprendan a nivel gubernamental y regional cómo piensan aplicar este documento en la práctica. En este contexto ¿existen políticas, estrategias, grupos de expertos, iniciativas regionales, nacionales e internacionales que usted considere válidas y que debamos considerar y tomar como mejores prácticas?

Entrevistada

Sí, a nivel nacional el documento de la Prevención de la fragilidad y caídas que editó el Ministerio de Sanidad me parece que es un documento que enmarca muy bien o por lo menos un punto de partida para abordar ya este tema y creo que bueno, es lo más cercano que tenemos. También, JAHEE junto con la investigación básica nos va a poder dar esas líneas de intervención y asegurarnos que los sistemas sanitarios van en línea para abordar el tema de la fragilidad.

Entrevistadora

¿Cree que la fragilidad debería abordarse mediante la sinergia y el trabajo conjunto de los responsables políticos y las partes interesadas? En caso afirmativo, ¿cuál es la situación en su país en relación con esta cuestión?

Entrevistada

No puede ser de otra manera, si no lo abordamos mediante un trabajo conjunto es muy difícil abordar la fragilidad desde una manera integral. En cuanto a la situación en nuestro país, vamos avanzando poquito a poco. Creo que es una carrera de fondo. Nos tenemos que poner de acuerdo en cómo vamos a abordarlo y tenemos que hacer un cambio de paradigma, porque es la única manera de abordar este tema con cierta garantía de éxito o por lo menos de esperanza.

Entrevistadora

Según su experiencia, ¿cuáles son las barreras que se encuentran en los entornos de salud y de atención social para manejar la fragilidad de las personas mayores? ¿Cuáles son las posibles soluciones eficaces para superar esas barreras?

Entrevistada

La coordinación, cambio de paradigma son unas de las barreras. Desde el sistema sanitario deberíamos hacer el cambio de un modelo, un cambio de paradigma de un modelo eminentemente curativo o centrado en la enfermedad a un modelo ya centrado en la persona mayor y en este caso en la detección de la fragilidad que es lo que nos va a mover de arriba abajo a que tengamos una persona mayor sana o menos deteriorada.

Entrevistadora

En su opinión, ¿qué nuevos servicios o estrategias se necesitan para satisfacer las necesidades multidimensionales de una población que envejece? ¿Cambiará o evolucionará el papel del sistema sanitario a este respecto?

Entrevistada

Yo creo que nuevos servicios no son necesarios, haría falta enfocar otros servicios sanitarios. Es importante intentar que no pierdan funcionalidad ya desde el ingreso, que no vayan a atención primaria ya con una pérdida importante de funcionalidad.

En el ámbito comunitario necesitaríamos abordar el envejecimiento de diferente manera que la que estamos abordando si queremos que se queden los pacientes en sus casas, si queremos avanzar en mantener la autonomía de los pacientes, evidentemente necesitamos una red, una red mucho más amplia a nivel socio-sanitario. Se está intentando establecer un plan de atención a los mayores, enfocado en la actividad física para ofrecer una intervención adecuada a los mayores y coordinada, en la nutrición.

Entrevistadora

En el País Vasco ¿dónde puedo obtener ese asesoramiento, apoyo e información para las personas débiles, las familias y los cuidadores?

Entrevistada

En todos los sistemas que trabajan con personas mayores. En los centros de salud se puede encontrar apoyo, información, asesoramiento. También en los Servicios Sociales de los ayuntamientos y diputaciones están trabajando en esta línea. Hay que intentar coordinarnos para que la respuesta sea más rápida, más eficaz y coordinada. Y que cuando alguien lo necesite que realmente el traslado por el sistema, sea de la mejor manera posible.